Naciones Unidas advierte sobre la degradación crónica de los suelos del planeta

29-04-2022
Medioambiente
RETEMA
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La manera en la que actualmente se gestionan y utilizan indebidamente los recursos de la tierra, el suelo, el agua y la biodiversidad, amenaza la salud y la supervivencia continuada de muchas especies del planeta, advierte un nuevo y contundente informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD).

La presentación oficial del informe Perspectiva global de la tierra 2 tendrá lugar el martes 10 de mayo durante el segmento de alto nivel del 15º período de sesiones de la Conferencia de las Partes de la CLD (COP15, del 9 al 20 de mayo). Asimismo, en la COP15 se presentarán dos nuevos informes regionales centrados en Europa Central y Oriental y África Meridional.

El informe se dirige a los encargados de adoptar decisiones hacia centenares de maneras prácticas con las que hacer realidad la restauración de las tierras y los ecosistemas a escala local, nacional y regional.

El emblemático informe de la CLD Perspectiva global de la tierra 2 se basa en pruebas, se ha elaborado durante cinco años en colaboración con 21 organizaciones asociadas y contiene más de 1.000 referencias, por lo que constituye la consolidación de información más exhaustiva sobre el tema jamás llevada a cabo.

Actuar antes de 2050

Ofrece una visión de conjunto con un alcance sin precedentes y anticipa las consecuencias planetarias de tres escenarios planteados de aquí a 2050: no introducir cambios, la restauración de 50 millones de kilómetros cuadrados de tierra y un aumento de las medidas de restauración mediante la conservación de zonas naturales que son importantes para funciones específicas de los ecosistemas.

Además, evalúa cómo las inversiones en labores de restauración de las tierras puden contribuir a la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad, la reducción de la pobreza, la salud humana y otros objetivos de desarrollo sostenible clave.

El informe advierte: «En la historia reciente, nunca antes se había enfrentado la humanidad a tal variedad de riesgos y peligros conocidos y desconocidos que interactúan en un mundo hiperconectado que cambia rápidamente. No podemos permitirnos subestimar la escala y las repercusiones de estas amenazas existenciales».

La Empresa minera Belfond Enterprise en Barahona, República Dominicana. Foto: Noticiario Barahona/Ojalá.

Impacto de la agricultura

El informe Perspectiva global de la tierra 2 ofrece centenares de ejemplos de todo el mundo que demuestran el potencial que tiene la restauración de las tierras. Su presentación tendrá lugar antes del 15º período de sesiones de la Conferencia de las Partes de la CLD que se celebrará en Abiyán, Côte d’Ivoire (COP15, del 9 al 20 de mayo).

En palabras de Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la CLD: «La agricultura moderna ha alterado la faz del planeta más que cualquier otra actividad humana. Necesitamos replantearnos de manera urgente nuestros sistemas alimentarios mundiales, que son responsables del 80% de la deforestación y el 70% del uso de agua dulce, y constituyen la causa individual más importante de pérdida de biodiversidad terrestre».

«Invertir en la restauración de las tierras a gran escala representa un instrumento poderoso y eficaz en función del costo para combatir la desertificación, la erosión del suelo y la pérdida de producción agrícola. No nos podemos permitir seguir considerando la tierra, que es un recurso finito y constituye nuestro activo natural más valioso, simplemente como algo que siempre está ahí».

Escenarios futuros

El informe predice los resultados de aquí a 2050 y los riesgos que pueden arrojar tres escenarios diferentes:

Escenario de referencia

No introducir cambios, seguir con las tendencias actuales respecto a la degradación de los recursos naturales y las tierras, mientras la demanda de alimentos, forrajes, fibra y bioenergía sigue aumentando. Las prácticas de ordenación de las tierras y el cambio climático continúan provocando la erosión generalizada del suelo, lo cual hace disminuir la fertilidad y el crecimiento de las cosechas, y la acentuación de la pérdida de zonas naturales como consecuencia de la expansión de la agricultura. De aquí a 2050:

  • 16 millones de kilómetros cuadrados muestran degradación cuntinuada de las tierras
  • Se observa un declive persistente y a largo plazo en la productividad vegetal de entre el 12% y el 14% de la tierra agrícola, de pastizales y de pastoreo, y de las zonas naturales, siendo la región de África Subsahariana la más afectada.
  • De 2015 a 2050, se emiten otras 69 gigatoneladas de carbono como consecuencia del cambio del uso de la tierra y la degradación del suelo, lo que representa el 17% de las emisiones actuales de gases de efecto invernadero cada año: carbono orgánico del suelo (32 gigatoneladas), vegetación (27 gigatoneladas), degradación o conversión de turberas (10 gigatoneladas).

Escenario de restauración

Supone la restauración de cerca de 5.000 millones de hectáreas (50 millones de kilómetros cuadrados o el 35% de la superficie terrestre a escala mundial) con el uso de medidas como la agrosilvicultura, la ordenación de los pastizales y la regeneración natural asistida. (Compromisos internacionales actuales: 10 millones de kilómetros cuadrados). De aquí a 2050:

  • El rendimiento de los cultivos aumenta entre un 5% y un10% en la mayoría de los países en desarrollo en comparación con el escenario de referencia. La mejor salud del suelo propicia un aumento en el rendimiento de los cultivos. 
  • La retención del agua del suelo aumentaría en un 4% en las tierras de cultivo de secano.
  • Las reservas de carbono aumentan en 17 gigatoneladas en términos netos entre 2015 y 2050 como consecuencia de las ganancias en carbono contenido en el suelo y la disminución de emisiones.
  • La biodiversidad sigue disminuyendo, pero no a un ritmo tan rápido; de hecho, se evita la pérdida de un 11% de diversidad.

Escenario de restauración y protección

Este escenario incluye las medidas de restauración, reforzadas con medidas de protección en zonas importantes para la biodiversidad, la regulación del agua, la conservación del suelo y las reservas de carbono, y la prestación de funciones críticas de los ecosistemas. De aquí a 2050:

  • Habrá otros 4 millones de kilómetros cuadrados de zonas naturales (el tamaño de la India y el Pakistán); está previsto que las ganancias más importantes se observen en Asia Meridional y Asia Sudoriental, y América Latina. En cuanto a la protección, esta evitaría la degradación de las tierras como consecuencia de la tala, la quema, el drenaje o la conversión.
  • Se evitaría cerca de una tercera parte de la pérdida de biodiversidad prevista en el escenario de referencia.
  • En comparación con el escenario de referencia, se almacenan otras 83 gigatoneladas de carbono. Al reducirse las emisiones y aumentarse las reservas de carbono, se conseguiría el equivalente a más de siete años del total de las emisiones mundiales de hoy en día.

El informe destaca otros puntos clave

En total, 44 billones de dólares de los Estados Unidos, aproximadamente la mitad de la producción económica mundial anual, se ven amenazados por la pérdida de servicios de la naturaleza y capital natural de carácter finito, que sostienen la salud humana y ambiental mediante la regulación del clima, el agua, las enfermedades, las plagas, los residuos y la contaminación del aire, al tiempo que proporcionan muchos otros beneficios como, por ejemplo, los de carácter cultural y recreativo.

Los rendimientos económicos de la restauración de las tierras y la reducción de la degradación, las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad podrían ascender a entre 125 y 140 billones de dólares cada año; es decir, hasta un 50% más que el PIB mundial de 93 billones de dólares de los Estados Unidos de 2021.

Restauración

La restauración de las tierras, los suelos, los bosques y otros ecosistemas contribuiría con más de una tercera parte de la mitigación del cambio climático eficaz en función del costo necesaria para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, al tiempo que se respalda la conservación de la biodiversidad, la reducción de la pobreza, la salud humana y otros objetivos de desarrollo sostenible clave.

Muchas prácticas regenerativas de producción de alimentos, tanto tradicionales como modernas, pueden favorecer que la agricultura pase de ser la primera causa de la degradación al principal catalizador de la restauración de las tierras y el suelo. 

Se necesita apoyo financiero inmediato para financiar la conservación y la restauración en aquellos países en desarrollo que presentan más ecosistemas intactos, biodiversos y ricos en carbono a escala mundial.

Buenas prácticas

El informe Perspectiva global de la tierra 2 incluye cientos de instantáneas sobre buenas prácticas de todo el mundo que ilustran medidas específicas al contexto para combatir la degradación ambiental, restaurar la salud de la tierra y mejorar las condiciones de vida.

Entre los ejemplos se incluye la resilvestración en la extensión del valle del Côa, en el norte de Portugal, y en los Esteros de Iberá, en la Argentina; la reducción del riesgo de sequía y la preparación ante ella mediante programas nacionales en México, los Estados Unidos de América y el Brasil; la mitigación de las fuentes de las tormentas de polvo y arena en el Iraq, China y Kuwait; y la restauración de las tierras con perspectiva de género en Malí, Nicaragua y Jordania. También existen casos de estrategias integradas contra las inundaciones y las sequías, así como de restauración de paisajes forestales utilizando cultivos de alto valor.

Entre las buenas prácticas se encuentra la agricultura en terrazas y curvas de nivel, la conservación y restauración de cuencas hidrográficas y el almacenamiento o la recogida de agua de lluvia. Además de las ventajas económicas, estas medidas mejoran la retención y la disponibilidad de agua, evitan la erosión del suelo y los desprendimientos de tierras, reducen el riesgo de inundaciones, retienen carbono, y protegen el hábitat de la biodiversidad.

«Los estudios de caso de todo el mundo reflejados en el informe Perspectiva global de la tierra 2 dejan patente que la restauración de las tierras puede aplicarse en casi todos los contextos y en muchas escalas geográficas, lo que implica que todos los países pueden diseñar y poner en marcha un programa de restauración de las tierras personalizado para satisfacer sus necesidades de desarrollo», afirma el Sr. Thiaw.

Añade también que muchos de los casos ponen de relieve el valor de la educación, la formación y la creación de capacidad, no solo para las comunidades locales, sino también para los funcionarios gubernamentales y los encargados de administrar las tierras y planificar el desarrollo. Al vincular la participación local con las políticas y los presupuestos nacionales, se contribuirá a garantizar un programa de restauración armonizado y adaptado a las necesidades que genere resultados tangibles para las personas, la naturaleza y el clima.

El Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030) se centra en prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo, además de exigir una respuesta amplia y equilibrada que tenga en cuenta todos los ecosistemas y su conectividad para restablecer un mosaico paisajístico saludable. Estos esfuerzos están estrechamente relacionados con la meta 15.3 de los ODS, que insta a los países a realizar esfuerzos en pro de un mundo con efecto neutro en la degradación de las tierras de aquí a 2030.

«Este es el momento de aprovechar la voluntad política, la innovación y la acción colectiva a fin de restaurar nuestras tierras y suelos con el objetivo de lograr una recuperación a corto plazo y una regeneración a largo plazo para garantizar un futuro más estable y resiliente», concluye.

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